La gracia podemos definirla como el acto misericordioso de
Dios por el cual ofrece salvación y vida eterna a todos los pecadores que ponen
su fe en Cristo para ser salvos. Creo que donde mejor podemos ver el mensaje de
la Gracia es en las palabras de Jesús cuando dice: "Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16.
En el libro de Efesios 2 el apóstol Pablo nos habla acerca
de esta Gracia tan poderosa que hemos recibido de parte de Dios y que nos da la
salvación. "Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se glorié"
(Efesios 2:8-9).
Cuando leemos los versos anteriores, podemos entender que la
Gracia es el despliegue de Amor, Misericordia y de Perdón de Dios hacia una
humanidad que no se lo merecía. Pues Dios ofreció su perdón aún "cuando
estábamos en muertos en delitos y pecados"(Efesios 2:1,5).
La gracia de Dios se ha manifestado universalmente para todo
el mundo, pero también individualmente para cada uno. Dios trata con las
personas a un nivel general o global pero también a un nivel personal.
Los Beneficios de la GraciaLa Gracia trae consigo beneficios por medio del recibir a Jesucristo como Señor y Salvador, bendiciones y promesas que nunca antes existieron:
Es un mejor Pacto (Hebreos)
Nos salva (Tito 2:10; 3:4-7)
Nos da vida Eterna (Juan 3:16)
Nos declara justos (Romanos 5:17; I Pedro 5:12)
Nos hace santos (Hebreo 10:14)
Nos perfecciona (Hebreos 10:1, 14)
Nos da mejores promesas (Hebreos)
Nos capacita (Tito 2:11-12)
Para rechazar la impiedad y los deseos mundanos
Vivir sobriamente – Para nosotros mismos
Vivir justamente – Para con nuestros semejantes
Vivir piadosamente – Para con Dios
Para servir a Dios- (I Corintios 15: 9-10; Efesios 3:8; 4:7)
Nos da la promesa del Espíritu Santo. (Gálatas 3:2)
Nos da la unción del Espíritu Santo (I Juan 2:20; II Corintios 1:21)
Nos da dones (I Corintios 12; Romanos 12:3-8)
Nos da la seguridad de la salvación (Efesios 1:3-14)
Recibimos la plenitud de Dios (Juan 1:16-17)