Las Buenas Nuevas de la salvación emanan del “Dios de paz”. Por ellas es anunciada la paz a los hombres en virtud del sacrificio de Cristo. Este mensaje pone la paz a disposición de todo aquel que la desea.
Después de estar ceñidos con la verdad y de haber vestido la coraza de justicia, el creyente se calzará con el apresto del Evangelio de la paz.
Después de estar ceñidos con la verdad y de haber vestido la coraza de justicia, el creyente se calzará con el apresto del Evangelio de la paz.